Antonio SauraEl siglo XX nos ofrece una panorámica difícil de resumir precisamente por la falta de perspectiva en el tiempo. Son muchos los artistas importantes que han utilizado el grabado para expresarse y, por otra parte, las técnicas tradicionales han quedado desplazadas o disfrazadas por materiales, procedimientos o añadiduras propias del estilo de cada artista, multiplicando, por tanto, las posibilidades el grabado.
Los inicios de la modernidad
Desde sus inicios, a principios de nuestro siglo, el grabado moderno ha experimentado cambios muy importantes que no han supuesto, sin embargo, ninguna ruptura radical con las técnicas básicas utilizadas desde el siglo XV. Así, estos cambios se han centrado sobre todo en el uso social del mismo grabado, en la introducción de nuestros instrumentos y materiales, y en las nuevas actitudes que los artistas plásticos han adoptado hacia este arte.Cronológicamente, la primera mutación trascendental se produjo a principios del siglo XX, cuando la estampa grabada de libros y diarios fue substituida por los medios fotomecánicos como sistema de reproducción. Este hecho, que por una parte casi provocó la desaparición del oficio de grabador, hizo posible que el grabado entrase de lleno en el terreno de la creatividad y, progresivamente, se utilizara y reivindicara por un número cada vez mayor de artistas plásticos. En Catalunya, esta renovación fue unida, en un principio, al movimiento modernista y tuvo una repercusión especial en el resurgimiento de los ex libris y los libros de bibliófilo. En sentido, es necesario mencionar a Alexandre de Riquer (1856-1920) quien es considerado el introductor del arte del ex libris en nuestro país y uno de los principales impulsores del resurgimiento del grabado al aguafuerte.
